lunes, 6 de diciembre de 2010

PunK

En una de esas tardes de desocupación, me ocupé en algo y me puse a hacer un bolso, para viajar donde me diera la gana, el viento que chocaba contra la ventana dejaba pasar un poco de espuma a cada choque, un disco sonaba al fondo, melodías que tan rapido iban que el oído común no las entiende, ese punk como alimento cantandole más que a amores, a la mente, y es que me lleva sonando en la caja toráxica hace ya tiempo atrás, al cual me aferro sin regresar ni atrasar el mañana, estas ideas con las que me visto viven y tan brillantes sonrien aunque todo esté triste, que cada vez que se nos rien en la calle, ellas rien de último, que en cada odio contra los muros ellas guiñen al amor que hay debajo. Tantos recuerdos que un disco me trajo, amores tan tontos, fan zines de abajo, conciertos tan lentos, movimientos tan largos, y las típicas dudas en ojos de frente "salíte del mundo, no ves que sos diferente?" y siempre la locura en el pecho, sacando las tripas para sasonarlas y comerlas de nuevo, vomitando cada verso en papel higienico, haciendo grafittis con mi semen contra el techo, siendo tan mío y de nadie, siendo tan chica como quise sin dejar de ser chico, vistiendo tan colorido viajando tan triste, a veces pintarme de gris y ser solamente felíz conociendo mis venas sin fin.
El bolso queda listo, y dejo abierto la puerta por aquello que querás hacer también las maletas.

;)
mua!

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