viernes, 19 de febrero de 2010

Que linda está su esposa!

hola!!! como va todo? yo he estado ocupado con la grabación del disco de la banda de HARDCORE PUNK de cañas guanacaste HEMBOLIA CEREBRAL (www.myspace.com/hemboliacerebral) en realidad no estoy nada ocupado, pero quería mencionar la grabación de esta banda que cumple 4 añitos de vida :D! felicidades a estos punks que han sabido mantenerse en una zona donde nadie sabe que es punk ecepto ell@s jajaja pronto les daré noticias sobre este disco proximo a salir

y bueno, iba yo caminando por heredia y me golpeó un e-mail (o correo electronico para que no me amenasen que estoy matando el idioma jaja) de una gran amiga,,, Ana Lucía Rodriguez, trovadora de nicoya conocida como Ananimé (por su amor al animé, incluyendo YURI) con un cuento que ella escribió, un cuento muy bueno que relata una historia para mi tierna que se que les gustará tanto como a este punki distorsionado

QUE LINDA ESTÁ SU ESPOSA

-¡Que linda esta su esposa!- le dijo un subordinado en la fiesta de empleados de la planta
-Tenga más respeto- le respondió Luis con un aire de superior infundado por los tantos años de ser el gerente general.
Efectivamente hacia ya dos meses que su esposa Marta había cambiado las escobas por lentejuelas y se había puesto maquillaje caro en vez de mascarillas de aguacate por la noche, estaba más esbelta, segura de sí misma y eso la hacia más atractiva aun.
-La Marta de hoy no se compara con la Marta de ayer- dijo la esposa de su subordinado –Recuerdo bien, el año pasado se veía distinta- le comento a Luis mientras este miraba de reojo a su mujer bailando con el dueño de la fabrica.
Marta había cambiado por una extraña razón, era cierto, hacía dos meses de la noche a la mañana comenzó a cuidar más su figura y a sentirse bonita, se veía más risueña y todas las tardes bailaba sola en el corredor, mostrando a veces un espectáculo a los pasantes de la acera que se quedaban inmóviles al ver el espejismo de una mujer segura bailando Danzón con el delantal verde, sola y descalza. A pesar de todo esto Luis no estaba celoso, más bien orgulloso de su mujer que demostraba siempre buena cara y además todos le decían que estaba muy guapa; por un lado: él pensaba que el estrepitoso cambio de Marta se debía a los intereses de revivir la llama matrimonial que estaba Extinguiéndose por una influencia incesante de la rutina conyugal, mientras tanto, por el otro lado: Marta pensaba que revivir cualquier cosa ya sea en Luis o en el matrimonio era perdida de tiempo.
El cambio de Marta comenzó una tarde mientras batallaba con las telarañas del corredor, se escuchó el teléfono sonar, Luis lo contesto, era una mujer, decía ser amiga de Marta desde hacía muchos años, había regresado de un largo viaje y quería reencontrarse con ella, Marta escucho la conversación desde fuera y entro a la casa como un bólido para arrebatarle el teléfono a su marido, Marta brinco, chillo cuando escucho la voz tan familiar segura y risueña de su amiga.
-¿Dónde querés que nos veamos?- pregunto Marta sin dejar la inquietud.
-¡en el hospital!- dijo alarmada, su marido mientras tanto jugaba con su colección de armar en el cuarto de al lado escuchando atento la conversación de Marta con la extraña.
-esta bien, no hay problema… me alegra mucho escucharte nos vemos mañana- se escucho decir y luego colgó el teléfono, aunque su marido no lo notó en ese preciso momento Marta comenzó su radical trasformación, Luis era un hombre serio casado con su trabajo, cumplidor y conformista, se pasaba las noches en su oficina arreglando papeles y se sacudía el tedio del día con jueguitos de armar, al contrario de Marta que siempre fue una mujer de esas que nadie frena y siempre esta buscando algo nuevo que hacer, este antagonismo y la rutina han mellado los secretos de alcoba a dos veces por mes y las inquietudes de Marta aumentaban y se acumulaban.
- era de esperarse- se decía él – Marta cambió por el amor que me tiene y el lazo que nos une- en efecto Luis tenia razón pero no tan exacto como se lo suponía, su esposa cambio para ella misma, no para salvar el matrimonio y, como el bien lo intuyo la amiga del hospital tenía cierta culpa de que su mujer estuviera ahorcando los hábitos.
-Quien diría que Martita cambiaría tan locamente vení cambiemos esa vida, te enseño a bailar danzón – le decía Noelia su mejor amiga de toda la vida quién había cambiado su nombre por el apodo de “la flaca”, había viajado por casi todo el mundo, en Cuba fue donde le pusieron el apodo y en África fue donde se contagio de la fiebre por esto, la han enviado de regreso con toda una historia de aventuras que cautivaron a Marta hasta el colmo de la visita diaria.
“la flaca” una mujer fuerte, vivas, enérgica y para mantener el equilibrio un poquito loca había regresado para establecerse en una casita y conseguir un empleo, aunque quería seguir viviendo aventuras pero en una escala menor ya que sus episodios anteriores la había dejado satisfecha y un poco enferma, no por esto se rendía pero tenía la conciencia de ella misma y por eso decidió retirarse de los viajes.
-pienso que he visto muchas cosas y se por experiencia que no es necesario viajar para conseguir aventuras, de ahora en adelante las emociones me las voy a buscar aquí, y con vos- le decía a Marta mientras bailaban en el cuarto del hospital.
-la flaca, la flaca ¡ay la flaca!- murmuraba su mujer entre sonrisas en el espejo- su marido dejaba pasar las sesiones del espejo y el extraño mantra de “la flaca” pensaba que era una nueva técnica de su mujer para hacerse a la idea de adelgazar ¡y bien que lo conseguía! así que nunca le preguntó de que se trataba y no le daba importancia, a los dos meses Marta era una mujer más que hermosa inteligente y conversadora, hablaba de países que nunca conoció como si los hubiera visto, tenia una picardía audaz , con la mirada alegre y profunda, unos labios redondos y perfectos hacía que las miradas la siguieran a expensas de su Marido, había regresado en el tiempo de su juventud, renovada, como era antes de conocer a Luis.
-¡Estas para comerte!- le decía la flaca mientras miraba a Marta de pies a cabeza, desde fuera del cuarto de hospital parecía que la habitación de la flaca era una pura fiesta; se escuchaban carcajadas y música de ritmos latinos.
-por eso es que te tienen en el ala más solitaria del hospital, sos una escandalosa- le bromeaba Marta – ya te conocen – le decía y ese comentario movió algo dentro de la flaca. – Marta…- le dijo mientras bajaba el volumen de la música, Marta sabía que algo importante le estaba apunto de ser revelado, no por intuición sino por complicidad, sabía que la flaca nunca le diría “Marta” con ese tono de seriedad y la miró atenta para descifrar la gravedad del sigilo –Quiero que me conozcas y por eso te confío que no quiero alejarme de vos, con vos vale la pena vivir y te pido que me ames así como yo te amo- Impávida, en un hilo de incertidumbre y con las manos amontonadas sujetándose el nudo que sentía en el pecho se aclaro la garganta -¿q-que me…me amas?-
-si, desde antes de mi viaje, pensé que podía olvidarte dejándome llevar por el impulso pero esa estupidez nada más me hizo aprender que todos los impulsos me llevaban a vos- Algo salto en Marta y la lleno de un exaspero, tal que se revelo en un arranque descorazonado por salir de ese cuarto, grito y salió llena de dudas desesperada asustada y temblando del hospital. El marido no se percato de la actitud de su esposa y Marta decidió esa noche, se propuso ir en la mañana a primera hora para hablar con Noelia.
A la mañana siguiente Marta había encontrado el cuarto limpio y blanco como si nadie hubiera estado ahí y encontró en la cama vacía una carta que decía su nombre, Marta la leyó de pie con la misma actitud segura que la caracterizaba:
Entiendo el desconcierto y el ahogo que te causo mi noticia, discúlpame pero no encontré otra forma de consolar mis ansias y mi urgencia de comunicarte tanto peso en mí, tenía que hacerlo, admito que fue egoísta de mi parte pedírtelo de esa forma y decírtelo tan abiertamente pero en mi, y me conoces, no existe otra forma de confesarte algo tan grande… me voy otra vez, te dejo, creo que ya soy suficiente problema y no quiero causarte conflicto ni a vos ni a la momia de tu marido.
Marta suspiro volvió a doblar la carta y con la misma mano temblorosa la guardo en su bolso, miro de reojo el cuarto haciéndose a la idea dolorosa de que ya no iba a volver a ese lugar y que ya no vería más a la flaca, la expresión de su rostro volvió a entristecerse como antes, los recuerdos de episodios anteriores entre ella y la flaca la hicieron llorar, después de mucho pensar se sacudió las lagrimas, se acomodo el bolso y se arreglo el pelo, con mucha determinación y la frente en alto salió sintiéndose más joven y hermosa que nunca – la flaca no me dejaría caer de esta forma ella siempre ha querido que sea la mujer dinámica y fuerte que ahora soy, no puedo dejarme vencer por esto- se dijo a sí misma y con una risa estrepitosa tomo un taxi a la fiesta anual de empleados en la fábrica donde la esperaba su marido y esa tarde bailó con todos, se sentía el alma de la fiesta, a pesar de todo la mujer más feliz, comentarios y halagos iban y venía y ella no se dejaba sonrojar por nada, había planeado su vida sin lujo de detalles como antes, quería vivir al máximo dentro de lo que la limitaba por eso no se conformó con una carta y dejó otra en el mismo lugar donde encontró la anterior Esperáme después del baile flaca, o mejor aun vení a bailar conmigo.

FIN


ay la flaca la flaca jaja verdá que es un buen cuento, dejen comentarios de apoyo para Ananimé para que nos siga pasando esas historias que casi parecieran que suceden en el cuarto de a la par mientras dormimos (o en mi caso, escuchamos the cure)
bueno este fue mi aporte de dar el espacio a lo que no tiene, por hoy me despido no porque quiera sino porque no me alcanza más la plata para pagar la hora de internet jaja
un saludo desde algun lugar

PUNK Y ALEGRIA

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1 comentario:

  1. está demasiado bueno! el final no me lo esperaba :D saludos ananime! y un beso pa topo!

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